El hecho de que los recortes se ceben con partidas como la sanidad o los recursos que se invierten en investigación, innovación y desarrollo, así como en cualquier otra que sustente la reactivación de la economía, no es solo un desatino sino un prueba muy contundente de la gravedad de la situación, porque la magnitud de esa gravedad es de tal calibre que, aunque queramos, no nos permite destinar recursos a esas partidas, es decir, aunque resulte difícil de entender y de asimilar, la conclusión final es simple… no hay dinero.
Ajustar el presupuesto en los contadores más grandes y esperar a medio plazo a ver cómo resulta se hace insoslayable para frenar la caída libre en la que estamos e intentar cortar la espiral de endeudamiento ya anunciada y voceada en los últimos dos años. Es muy comprensible.
Pero mientras intentamos frenar la caída no podemos resignarnos ante la adversidad, no podemos sacar pecho, orgullosos y satisfechos del deber cumplido con la rigurosísima aplicación de los graves recortes presupuestados, para seguir así, porque ahora entrará menos agua, bien, pero seguimos a la deriva, … a ver si entra viento y a dónde nos lleva la corriente.
Recortamos y esperamos, esperamos y desesperamos a que, por fin, dentro de cinco años, lleguemos a ver como caen los frutos de las medidas plantadas; no los veremos caer desde las tumbas a las que nos empujan esas espirales de endeudamiento, a no ser que pongamos en práctica con urgencia un verdadero plan nacional que sea consistente y cuyo objetivo apunte firme y generosamente a conseguir una reactivación económica efectiva.
En eso, en esa falta de empuje y de reflejos, nos luce el óbito ante los mercados, y mientras la gente se sorprende por la radio y en la tele, mientras se pregunta por qué los mercados conspiran contra nuestro país, se hace demasiado evidente ese punto débil vital, crucial a la hora de analizar el riesgo país de nuestra empresa nacional, pues ni tenemos un plan de empresa como nación, ni nos decidimos a plantearlo si quiera. Un plan que sea capaz de ser rentable, de generar ingresos. Se nos ha visto el plumero, no generamos ni lo promovemos, y los mercados, y sin duda también muchos oportunistas entre ellos, nos lo sancionan.
En lugar de mostrar racionalidad, eficiencia y agilidad para solucionar el caleidoscopio autonómico en el que, las cargas administrativas del estado español se multiplican en sus 17 caras, para acercarse al ciudadano y conservar identidades y folklores, sin hacer nada para evitar que la fortaleza, los recursos y la confianza exterior del País se dividan, también por 17.
La lucha del hombre por atrapar y mantener cada vez más cuotas de poder ha transformado el invento autonómico, lo ha pervertido, lo ha distorsionado derrochando recursos ingentes en fines distintos de los proyectados, exprimiendo las fuentes financieras hasta la extenuación, y no solo las fuentes de las entidades bancarias, sino incluso dejando de pagar los créditos que las administraciones públicas se comprometían a pagar a sus propios proveedores.
Además, en vacas flacas, por su propia naturaleza, de sistema bien engrasado, el sistema autonómico ha devenido económicamente insostenible, y es que ya no puede mantener ni a su elefantiásico ritmo ni a sus enormes y muy digitalmente ensanchadas plantillas. Aun así, nuestros políticos parecen flotar ingrávidos y serenos ante las cámaras, y desde su propia realidad de políticos al uso, siendo a quienes compete racionalizar y arreglar el invento para conseguir que funcione cuando las condiciones cambian y falta grasa, ni siquiera se plantean que exista un problema autonómico, y con rotunda explicación, y para justificar su intocabilidad, nos dicen que el sistema autonómico es correcto y adecuado por estar en la Constitución.
Vamos, que necesitamos abrir la escotilla, para salir y respirar, pero No podemos, porque justo encima de la escotilla se dejaron un mamotreto muy bonito, ilustrado hasta en los nervios, de nuestra Constitución y nos lo impide.
¿Qué político se atreverá a mirar de frente y ver lo que vemos todos?, ¿quién será capaz de conseguir desmontar de sus peanas a los 17 de Taifas sin que suenen las trompetas?, ¿consultarían al pueblo en plebiscito?, ¿esperamos a que nos lo digan en Bruselas, … otra vez!?.
De momento solo una valiente se ha atrevido, aptitud natural, porque cuando ellas se ponen a ahorrar en casa lo hacen muy bien, y 48 mil millones son muchos, todos los que nos hacen falta, ¡menudo regalo … Mariano!.
Está a nuestro alcance, donde esté un buen plan de empresa nacional, que demuestre ser competitivo a todos los niveles, y todo lo que pese en el aire, sin nada que lo sustente, ha de caer, es la Ley de la Gravedad.
Razón no te falta.
ResponderEliminarSiempre escribes con esa coherencia que te caracteriza.
Cuánta razón tienes José María.
ResponderEliminarGracias.
Querido José Mª, siempre hablamos de las duplicidades consecuencia del Estado Autonómico, pero nunca lo hacemos de las duplicidades causa del Estado Central que no ha ido desprendiéndose de las duplicidades devenidas de, una vez hechas transferibles las competencias (p. ej. Sanidad o Educación), no haber eliminado la onerosa duplicidad que supone el mantenimiento en la Capital del Reino de España de los ministerios de Sanidad o Educación. Démosle la vuelta al argumento Aguirre y lo veremos. ¡Bravo! por el artículo.
ResponderEliminarFdo. Ramón Guillén
Muy interesante y acertada reflexión sobre el panorama nacional. Es cierto que en eatos tiempos es lógico hablar de centralización por lo anacrónico de la situación autonómica, a mi parecer, sin embrago, lamentablemente se me antoja imposible ya que el otrora unido pueblo español es una suma de desiguales e intereses propios gracias a los tristemente orgullosos Padres de la Constitución, documento rancio, desfasado y muy, MUY mal redactado, por su poca previsión, su miedo y su incomprensible rigidez. Gran artículo Jose, me ha en cantado.
ResponderEliminarAlex.
Muy clarito y muy bien dicho. La única duda que tengo es si la "valiente" como tu la llamas no ha lanzado su propuesta para fastidiar al amigo Mariano y si de verdad estaba hablando de quitar competencias a todas las Comunidades Autónomas?. Porque si estaba hablando solo de quitar Sanidad y Educacion a unas y a otras no, el carajal que se puede montar en este país es de aurora boreal.
ResponderEliminar;-)) ...yo también pensé que la valiente podría estar haciéndolo para ponerle en un compromiso,... pero... si el mensaje es verdad, da igual quien lo haga y porqué, eso queda para el juego de salón, en el fairplay ;-), si el gobierno no se lo plantea quedará en evidencia, pues el primer compromiso que tenemos es que hay que enfrentar la verdad.
ResponderEliminarGracias por comentar!.
Jose María Soler
Salu2
Gracias a todos/as por vuestros comentarios, y por pensar en estas cosas ;-)
ResponderEliminarSalu2
jms
Nuestros políticos faranduleros con todo su equipo de tristes monigotes detrás sin más pretensiones que las de figurar y aparentar dar soluciones que nunca llegan,... vía libre para ellos y su tremendo ego, que les impide ver con humildad su ineficacia y lo que es peor su torpeza con la que llevan al país a un oscuro, profundo y frío agujero.
ResponderEliminarPodrán parecer serenos, pero tienen que estar acojonados de la que se les viene encima,... sabiendo que no están a la altura. Esa falsa serenidad es la que da más miedo.
NECESITAMOS MAS VALIENTES,... DAVID CONTRA GOLIAT ES UN PURO CUENTO,... pero por algo se empieza; ahora solo hay que verlo.
Me encanta como escribes y reflejas con tus palabras lo que piensas Jose María Soler,...
ResponderEliminarEsa fuerza, esa claridad y ese tesón por defender lo que es tuyo y de todos me poneeeeeee como una moto,... no serás abogado?????, porque te quiero en " mi agenda".
Espero no parecerte descarada, pero ante un artículo como ese no me voy a quedar callada.
Pues yo creo que el dinerito en I+D en este país hay que ver muy bien a quien se le da porque os recuerdo que la penúltima partida se gastó en investigar "La oruga cavernaria en Andalucia" ahí es ná... y no se refiere ni siquiera a un fósil paleolético con valor histórico sino al bicho real y actual con pelos que hoy dia habita en las cuevas de esa comunidad... estamos locos o qué?
ResponderEliminarEste país que se dedique a lo que de verdad pueda hacer y dejemonos ahora de ambiciones tan fuera de nuestro alcance
Admiro con que arrojo expresas lo que tantos españoles
ResponderEliminarpensamos.
Eres un valiente, me encanta tu articulo.
besos
Lola
Ciertamente Jose Maria la situación actual parece que esta llevada por la ley de la gravedad y no por la de la racionalidad
ResponderEliminarAletear de poco si se tiene miedo a volar.
Muy bueno como siempre
Muy buen análisis el que nos brinda José María, que plantea los aspectos más problemáticos (y polémicos) de la actual crisis de la economía española, con problemas que viene de lejos y cuya solución me temo no sea posible con recetas simples.
ResponderEliminarJosé Antonio de Echagüe
Muy bueno Jose.
ResponderEliminarPero para que sirve todo esto, si tu no estas dentro de un partido politico, ni eres familiar, ni estas casado con ninguna de esa raza superior,que todo lo saben.Que pasaria si hacen lo que dice LA VALIENTE. Donde trabajaran los familiares,amigos y demas chupopteros de las comunidades, si en toda su puñetera vida no han hecho nada solo chupar y chupar, ¿cuantos EMPLEOS POLITICOS se perderian?.Para el proximo tema que escribas cuentame algo de los sindicatos, que esos me hacen mucha mas gracia.
Un saludo.
Raul
Tu lo has dicho José María: eficiencia, eficiencia y eficiencia. Por cierto, la eficiencia es la misma, no 17 interpretaciones distintas del término! (;-)
ResponderEliminarEnhorabuena por el artículo,
Rogelio
Que mantener diecisiete CC.AA. es una cuestión insostenible, en términos económicos, es una realidad muy anterior a la "declaración oficial" de crisis, lo que ocurre es que, como bien señalas, ahora cae por su propio peso y el del sentido común. Pero es un debate estéril (no así tu artículo), porque las CC.AA. y sus políticos se convierten en la pescadilla que se muerde la cola: se necesitan mutuamente para subsistir.
ResponderEliminarSi no es viable que existan, pues que no existan, pero la simple mención de esta premisa en el ámbito público, serviría para recibir todo tipo de "piropos". Es batalla perdida. Abrazos.
SALUDOS DESDE OK CORRAL! La imposibilidad de gestionar algo que hace ya años ha dejado de ser Un (1) País, con una clase política mal preparada/indocta o directamente profesional de la "mamandurria" y la corrupción, con una gran parte de la población adoctrinada o apesebrada en el Necionalismo (o el Nazionalismo), "justifica" una gestión pacata, incapaz de abordar el núcleo del problema: Administraciones redundantes, caras, ineficientes, y con numerosos casos de corrupción, (el único segmento de la sociedad que ha aumentado su "empleo" y que aún siguen creando nuevos falsos puestos para acoger/acogerse mafiosamente al casco del Titanic, que a pesar de todo e ineluctablemente se está hundiendo), una clase Financiera que, como a Grandes Cuentas o Grandes Clientes ha venido consintiendo y perdonando sus deudas, las de los Partidos Políticos, a la que aún se consiente tener en sus Balances más de 180.000€ de Activos falsos-incobrables, y que en las últimas QE del BCE ha "cogido" más de 300.000€, al 1%, y o los ha invertido "fuera" al 4-5%, o ha comprado deuda soberana (soberana en la magnitud de su impagabilidad), y una sociedad no acostumbrada a participar activamente en la vida pública...ALIAS JACTA EST, o bien, DELENDA EST CARTAGO
ResponderEliminarMe sorprende que el mayor responsable del despilfarro y amigo de buen talante de los demás despilfarradores ha desaparecido y ya está, no se habla más. Acaso el desastre ha sido por mala suerte?
ResponderEliminarYa no se pueden pedir explicaciones?
Ahora el problema son Rajoy y Merkel, no vale mirar atrás? A ver si alguien no ha entendido bien el tamaño del agujero y se empeña en excavar más.
Felicitaciones por estos artículos de opinión...
ResponderEliminarQuizás las autonomías o sus gobiernos sirvan para algo pero es muy cierto que en muchos casos solo sirven para multiplicar tareas y nada menos que por 17, si los políticos no lo ven es igual porque es de su interés su existencia para enchufar familiares, amigos o pagar favores. Donde se ha visto que una misma normativa para una determinada cuestión se multiplique por 17, es decir, 17 formas de hacer negocio entre otras cosas dentro de un mismo país ¿nos quieren volver locos, enredar o que? Quizás esto surge de la mediocridad de la clase política que nos lleva gobernando desde hace años y que con el paso del tiempo como nadie decía nada se han ido forjando sus negocios privados dentro del sector público y todo lo defienden con la frase de "lo que dice el partido" de manera que queda anulada cualquier persona o idea que no case con lo que estos mediocres y sus interés marquen. Es una pena porque además de desprestigiar una forma de vida ejemplar y saludable como es la de hacer política se han cargado los valores y principios de un país.
Es una pena porque quien no robaba dejaba de ser competitivo y ahora que...
Gracias Jose María por darnos estos momentos de reflexión...
Alberto Rodríguez.