martes, 8 de mayo de 2012

Mentiras sobre el sistema financiero y tension social. Por Mario Conde




Sería seguramente de mal gusto volver atrás en el tiempo y analizar aquellas declaraciones efectuadas por políticos del PP, siguiendo las instrucciones de Aznar, a raíz de la intervención de Banesto. Ninguno de ellos tenia la menor idea de la situación real de la entidad, pero la decisión política se impuso con la imperiosidad de lo que carece de alternativa. Así, personas como Montoro, hoy ministro de Hacienda, y Rodrigo Rato, entonces responsable económico de la oposición, tuvieron que hacer, siguiendo órdenes, manifestaciones públicas en el mas absoluto vacío de conocimientos. Digo que sería de mal gusto porque quien quiere saber sabe y a quien no le conviene la verdad prefiere seguir negando, ocultando o mirando hacia otro lado. Está, claro, en su derecho a hacerlo, aunque ello implique convivir con la mentira, lo que, por otro lado, no es escandaloso en una sociedad, y sobre todo en una clase, o en muchos sujetos a ella pertenecientes, que parecen haber decidido convertirlo en norma de conducta
La vida da siempre muchas vueltas. El aprendizaje del vivir aconseja prudencia y no en vano Baltasar Gracián enarboló el postulado en su “El arte de la prudencia”. En su día gestionaron políticamente un falsa crisis financiera. Hicieron declaraciones violaron normas, sacaron decretos con oficia retroactiva, crearon comisiones en el Parlamento, obligaron a querellas…Todo porque era mentira la base. Si hubiera sido real se habrían comportado de otra manera. ¿Cual? La de hoy, la que vemos todos los días. L que se corresponde aúna situación verdadera y no invntada.Ya se lo advirtió el Rey a González, entonces del Presidente del Gibierno, en la madrugada del 28 de diciembre de 1993. La respuesta de González dejó claro el asunto: Señor no se meta en temas políticos. Porque era política, en el sentido peor de su aceptación, lo que se ejecutaba aquellos días. Por eso la mentira les obligó a un mas madera en el que violaron normas elementales del Estado de derecho.
Pero, como digo, todo llega. Hoy se encuentran con una crisis real, profunda, verdadera. Creyeron que con frases grandilocuentes, amparadas en la supuesta credibilidad de las instituciones, sería suficiente. Por ello proclamaron urbi et orbe que gozábamos del sistema financiero mas saneado y mejor del mundo gracias, -decían- a las políticas de provisiones impuesta por el Banco de España. Era obviamente falso. El sistema financiero estaba contaminado de manera brutal. Razón: el dinero fácil llegado a España como consecuencia del euro y la necesidad de los bancos de invertirlo de urgencia dados los diferenciales de tipos de interés e inflación que aparecían en España respecto de otros miembros de la Europa del euro. Ello llevó a una expansión crediticia brutal concentrada en créditos a familias y sector inmobiliario, promoción y construcción.
Poco después se dieron cuenta de que con las palabras no era suficiente. La realidad se imponía día a día, frente a los alardes de una credibilidad supuesta que desaparecía por segundos. Los balances estaban contaminados. El Banco de España permitía valoraciones ridículas de activos muy alejadas del mercado para ocultar la realidad. El Banco de España, a requerimiento del poder político, declara a las entidades solventes o insolventes según proceda. Claro que si se inventa la solvencia, es decir, si declara solvente a quien no lo es, eso a la larga no funciona porque la realidad termina por imponerse, digan lo que digan sus funcionarios. Los requerimientos de capital evidenciaron parte del problema. En fin, para no cansar, todo lo que han venido diciendo desde hace años, muchos años, dos décadas al menos, cuando de política de altura se trata, se basa en la mentira cubierta a través de la supuesta credibilidad del Banco de España, arma usada por los políticos cuando les conviene.
Al final estalló. Ayer Rodrigo Rato dejó la presidencia de Bankia. Lo de menos es que se nombre a una persona que al parecer fue forzosamente jubilada en el BBVA con un fondo de pensiones recibido de mas de 50 millones de euros. Lo de menos es que compatibilice, al parecer, Bankia con el mantenimiento de ese fondo, que, supongo, exigiría no dedicarse a labores de competencia con el BBVA. Lo de menos es que se evidencia una vez mas que la endogamia propia del Sistema alcanza caracteres patéticos cuando del sistema financiero en general y del Banco de España en particular se trata. Todo esto es tan obvio que no merece la pena comentarlo.
Lo curioso es que dicen que después de lo de Rato el viernes se aprueba una profunda reforma del sistema financiero. ¿No quedamos en que ya se había reformado? ¿No dijeron que el Estado había culminado ya esa reforma? Al menos lo afirmaron y sostuvieron un par o tres de veces desde la formación del nuevo gobierno. Pues parece que no. No se bien qué entienden por reforma financiera. Supongo que no será solo cambiar nombres de gestores sino algo mas. Ahora resulta que el Estado va a poner 7000 millones, como mínimo, en Bankia. ¿En que concepto? No se sabe. Es inútil escribir, porque no se sabe nada. Al menos yo no lo se.
A nadie puede extrañar el clamor que se percibe en la calle. Los recortes en Sanidad, Educación y otras áreas han calado muy fuertemente en la conciencia colectiva. Los españoles, creo, están dispuestos al sacrificio si se les explica y si ven que no hay áreas exentas. Pero, ¿que pueden pensar cuando a Bankia se le dieron en su día cinco mil millones de euros -si no recuerdo mal- y ahora otros 7.000 0 10.000?. ¿Como se resarce el Estado de esa cantidad? ¿Va a nombrar representantes en los consejos bancarios, a influir en sus decisiones? Con todo el dinero que han aportado y el que queda, ¿no habría sido eficiente crear una suerte de ente publico destinado a financiar a las PYMES? ¿Van a obligar a que finalmente presten a las Pymes? ¿Van a cercenar esa practica de recibir dinero al 1 por 100 del BCE y dedicarlo a comprar deuda pública española para que parezca que el mercado nos atiende?. Son muchas las preguntas que no tienen fácil respuesta. Dentro y fuera del sistema financiero. Por ejemplo, ¿tiene sentido recortar en sanidad mientras se sigue gastando sin sentido debido al modelo de CCAA?. No se trata de que se incumplan promesas electorales. Eso es serio, pero hay todavía más. Se trata de la sensación de que se aborda lo fácil y se deja lo realmente trascendente debido a los compromisos e intereses políticos de partido. No se si será cierto o falso. Pero esa es la sensación de la calle. Y en Grecia la calle se ha rebelado contra los dos grandes partidos. Ignoro cual es la situación en España en ese sentido. Pero veo que en la calle, en la empresa y fuera de ella, la situación se tensa un poco mas cada día. Conviene estar atentos

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