lunes, 11 de junio de 2012

¿Se puede criticar a este gobierno sin recibir insultos en lugar de argumentaciones?


Acabo de llegar a Madrid. Dejé atrás, en As Frieiras, aparte de los ocho cachorros que crecen con fuerza, un día lluvioso y un punto de esperanza, porque esta mañana, a eso de las ocho y media, los optimistas insistían en que los mercados asiáticos acogían con cierto alborozo -por llamarlo de alguna manera- la concesión de ayuda  España por parte de la UE. Dudaba yo que a aquellas gentes de Asia, que tienen sus asuntos propios, que tampoco son un regalo, les importara demasiado que nuestro país recibiera una apertura de crédito por importe de 100.000 millones de euros, pero mejor contentarse que cuestionar, aunque solo sea porque no recibimos ni una sola buena noticia económica o política en los últimos meses.
Durante el trayecto recordaba algo que me llamó la atención en nuestras conversaciones de ayer. El diario El País -respecto del cual mi postura no es dudosa- entrecomillaba una frase de Rajoy que venia a decir algo así como que se iba a Polonia -creo recordar- a ver a la selección nacional porque la situación estaba resuelta. Seguramente no es literal mi transcripción, pero en cualquier caso es muy parecida y sobre todo se entiende el significado. A mi me llamó la atención y como desconfío de ese medio lo entrecomillé y pregunté si eso sería cierto, porque me parecía que en un día como el de ayer, asegurar que uno se va al fútbol porque la situación está resuelta no era, en mi modesta opinión, lo que podríamos llamar un acierto de comunicación.
El hecho es que se produjeron reacciones adversas, en medio de una abrumadora proporción de quienes no entendían  al Presidente. Pero los adversos, como digo, que fueron mas bien muy escasos, se dividían en dos bloques. Los primeros, nada políticos, aseguraban que el Presidente tiene derecho a ir a ver a la selección en sus ratos libres, lo cual está fuera de duda. Pero no era eso lo debatido. Otros llegaban a afirmar que incluso era obligación de Rajoy asistir a esos encuentros, lo que me merece cierta duda. Y, por fin, dentro de ese conjunto, un chico de apariencia joven, al menos en función de su avatar, sentenció que el Presidente con su dinero hace lo que quiere. Me sorprendió la candidez del comentario y con ganas de conducir por el sendero de la comprensión de como funcionan estas cosas le apostillé, en tono de pregunta, si creía que esos movimientos se los paga cada uno con su patrimonio. La respuesta fue sorprendente. “nadie ha dicho que no se lo pague de su bolsillo”.
Desde días atrás, como seguramente habréis observado los que consumís paciencia en leerme, utilizo la expresión fans para referirme a algunas personas en su modo de relacionarse con los partidos y sus líderes. Me refiero a los partidos políticos, no a los del fútbol, que son otra cosa. Seguramente la palabra tiene genética anglosajona pero para mi tengo que podría haber nacido de fanático, que es castellana, elocuente y comprensible para casi todos. Pues bien, dudé mucho de si la actitud de ese chico era fanatismo o ignorancia. Me incliné por la segunda opción, aunque tuve que admitir que la cantidad de desconocimiento y su calidad era lo suficientemente potentes como para extrañarse  de su presencia en nuestras conversaciones. Pero, en fin, eso fue lo que concluí.
Otro grupo comenzó por negar la mayor: Rajoy no ha dicho eso. El primero y mas activo añadió a continuación que asegurarlo era ser un manipulador. La verdad es que lo puse entre comillas, dejé claro que era El País y expresé mi duda. Con todo, el insulto. ¿Manipular? Pues sería el medio, pero en fin. Al personaje en cuestión se sumaron tres o cuatro mas, y todos en el mismo tono, hasta que apareció uno que, refiriéndose a mi, aseguraba que yo lo que tenia era afán de protagonismo, deseo de causar lío en las redes sociales y todo para presentarme a las elecciones europeas de 2014.  Lo leí un par de veces y siempre con idéntico resultado. Aunque costara creerlo un chico joven, insisto, por apariencia de su avatar, decía semejante cosa, como si le preocupara que me presentara a las elecciones europeas. Defendía que Rajoy no dijo lo que dijo, aun a pesar de que varios trajeron el video de you tube en donde se mostraba de modo incuestionable esa frase, aunque he de reconocer, como hice ayer, que sacarla totalmente de su contexto no era del todo correcto. Pero eso de insultar, negar lo obvio y hasta acusar de que en esa negación se esconde un deseo de protagonismo en redes para acudir en lista a las elecciones europeas, hay algo que podría resultar extraño, pero que tiene un nombre: fanatismo. Pero, claro,el fanatismo puede sustentarse sobre intereses de diversa naturaleza. Ni se ni me importa de que viven las familias de esos objetores pero quizás pudiera la averiguación aportar algún dato sobre esa preocupación por las elecciones europeas. Quizás no sea asunto económico/familiar. Tal vez se trate simplemente de modo de pensar. Puede. Nunca se sabe. Tampoco me importa demasiado, la verdad.
Ya me había ocurrido en alguna ocasión que si criticaba una decisión del gobierno actual, en lugar de responder con argumentos contradictorios, se descolgaba algún comentario en tono de pregunta del siguiente tenor: ¿Pero usted no es de derechas?. No me sorprende, porque ya tengo edad y experiencia, pero no deja de ser llamativo que después de lo que nos ha tocado vivir como país, para ser de derechas, según esos escasísimos acusadores, haya que renunciar a criticar cualquier decisión de tu partido o de tu gobierno. Pero así son algunos. Si extrapolo lo nuestro en Twitter son ínfima proporción. No me preocupa el número y la calidad, sino que me sonroja un poco leer esas cosas.
Un día dije en TV Intereconomía que los peores enemigos del Rey son aquellos que sostienen que todo lo que haga el Rey está bien por el mero hecho de ser Rey. No es que sea una tontería, es que es una tontería peligrosa. Quienes sostienen a su partido a base de negar las evidencias, de insultar quienes simplemente discrepan o a catalogar como de derechas al que asiente sin la menor critica, son, creo, lo fans por excelencia, que causan mas daño que otra cosa, no a la sociedad sino, precisamente, al partido que quieren defender.Si para proteger políticamente a Rajoy hay que hacer esas cosas, mal asunto, pero para Rajoy y su partido, ademas, claro, para esos defensores incluidos en el grupo de fans.
La clase política ha generado este modo de pensar. Los vínculos se tejen con intereses. Cada día estoy mas convencido de una vieja idea de mi juventud: nada conseguiremos mientras no cambien ciertos modos de pensar. Afortunadamente son minoritarios, muy minoritarios, pero ahí están. No se si la crisis acentuará los fanatismos de uno y otro costado. Hemos visto que en Grecia así ha sucedido. Esperemos que en nuestro país esas cosas queden instaladas en la anécdota y no asciendan a la categoría.
Bueno y ahora, poco antes de salir a una reunión, me encuentro con que del 6 por 100 de incremento  de la Bolsa visto esta mañana y justificado en la magnifica negociación del Gobierno, apenas queda un 1% y que la prima de riesgo no solo no baja sino que recupera el nivel de los 510 puntos. No parece que los mercados, los malditos y conspiradores mercados -que dicen muchos- se hayan tomado en serio lo de que la negociación del Gobierno español es un rotundo éxito y que la situación está solventada. Incluso un periódico como el Financial Times decía con grandes titulares que Rajoy vendía el rescate como éxito, con algo mas que un punto de ironía anglosajona, que es como la latina pero con mas mala uva. De momento no digo mas porque si no algunos asegurarán que mi manía es meterme con el gobierno. Les voy a llevar un día a ver lo que pasa con las nóminas, los proveedores, los bancos, y quizás entiendan que nuestros problemas no son alabar ni criticar al gobierno, sino seguir viviendo. Lo malo es que las decisiones políticas influyen en nuestras vidas. Durante años hemos vivido sin querer darnos cuenta de eso. Ahora lo sentimos en nuestras carnes, al tiempo que nos percatamos lo solos que estamos en una sociedad civil totalmente desarbolada.
Bueno, seguiremos…

2 comentarios:

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